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Se generaliza el rechazo al nuevo aumento del Boleto Urbano

Al promediar la semana anterior tomó estado público un decreto del ejecutivo municipal de la capital que establece un nuevo incremento del boleto del servicio de transporte urbano. El ajuste, que superaría el 10%, implicaría que el boleto pase de los actuales 750 pesos a 825,58 pesos. De inmediato los usuarios de la capital expresaron no solo su preocupación, sino también su malestar, más aún al considerar que las empresas de transporte advirtieron que dejarían de reconocer el Boleto Estudiantil Gratuito Universal con lo cual los estudiantes de los diferentes niveles educativos pasarían a pagar la totalidad del boleto.

La suba del boleto también llega en un momento en el que diferentes sectores, como los trabajadores de la administración pública, alertan sobre el atraso de los salarios. A pesar de que el gobierno de la provincia dispuso un ajuste de los ingresos del 10% a partir del mes en curso, numerosos trabajadores advierten que el atraso salarial de los últimos meses genera numeras dificultades para afrontar el nuevo incremento en un servicio esencial como el transporte.

En dicho contexto, desde el Frente de Izquierda y de los Trabajadores se esgrimieron cuestionamientos hacia la decisión del municipio que se ampara en las ordenanzas sancionadas con anterioridad para actualizar las tarifas del transporte. En tal sentido, desde el bloque opositor en el Concejo Deliberante se rechazó el aumento.

“Mientras el Concejo deliberante sigue de receso el intendente dispuso un nuevo incremento del boleto que comenzará a regir una vez que lo dispongan las empresas de transporte”, mencionó la concejal Keyla Zequeiros.

Al mismo tiempo remarcó que la suba contemplada en el decreto ejecutivo sería del 10% sobre el actual valor del boleto que es de 750 pesos, por lo que una vez aplicado el ajuste el viaje urbano superaría los 825 pesos. Además, alertó que desde principios de año el boleto urbano registra un incremento del 417%.

Atenta a ello sostuvo que desde el municipio “protestan porque les sacaron los subsidios nacionales, pero nunca perdieron un peso porque la diferencia de pago se la impusieron a los usuarios”. En igual sentido, recordó que las reiteradas subas fueron determinadas a partir de controvertida tabla polinómica. “El precio es calculado entre el intendente y sus secretarios, pero sin presentar ningún número que justifique los incrementos”, acotó.

Los cuestionamientos de la edil también se direccionan hacia el estado de las unidades y la calidad de los servicios. En tal sentido, son los propios usuarios quienes vienen advirtiendo que, al paso del tiempo, y de los continuos incrementos en las tarifas, las prestaciones de las empresas son cada vez más deficientes. No pocos vecinos advierten sobre el estado de las unidades, muchas de las cuales no estarían en condiciones de circular, lo que refleja una alarmante renovación del parque automotor. También se alerta sobre la disminución de las frecuencias, y las demoras a las que se ven sometidos miles de usuarios.

A partir de ello se renuevan las críticas y dudas en torno al actual estado del sistema de transporte en la capital de la provincia. A ello se suman los cuestionamientos hacia las políticas del estado provincial y municipal cuyas autoridades insisten en cargar responsabilidades en el modelo de gestión del transporte automotor de pasajeros definido por la administración nacional.

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