En la víspera, la militancia de la Unión Cívica Radical, de todo el país, particularmente de la provincia de Jujuy, vivió momentos de gran desconcierto a la espera de las definiciones de la cúpula partidaria en torno al rol que adoptará dicho espacio durante el balotaje que tendrá como principales protagonistas a Sergio Massa de Unión por la Patria, y a Javier Milei de La Libertad Avanza. La decisión de mantener una neutralidad frente al proceso electoral que se inició una vez concluidos los comicios del 22 de octubre dejó al partido centenario, una vez más, en una situación de espectador frente al escenario político en el que otros actores de la política argentina definirán el rumbo del país.
Esto último ya no resulta una novedad. Es más bien, consecuencia de las erradas estrategias adoptadas por la conducción partidaria que, una vez más, dio muestras de una indiferencia alarmante frente a lo que son, por un lado, las demandas y expectativas de los propios cuadros partidarios, y a la vez, las necesidades y realidades de la población. Esto quedó más que en evidencia durante el proceso que conllevó a las internas de agosto, cuando la conducción radical relegó aspiraciones partidarias y aceptó una precandidatura a la vice presidencia. Ya en aquel momento, fueron numerosos los cuestionamientos hacia la conducción que había comprometido defender principios y proyectos del radicalismo, todo con el objetivo de que partido sea un actor principal, y así dejar el rol de “furgón de cola” dentro de la estructura de Juntos por el Cambio.
Definidas las precandidaturas, la UCR se vio inmersa en disputas y discusiones internas que, en palabras de los propios dirigentes de la oposición, terminó “haciendo mucho daño” a la coalición que en definitiva no logró el objetivo de consolidarse como la primera fuerza política a nivel país. Por el contrario, las apetencias personales y las erradas estrategias de campaña, terminaron fortaleciendo al emergente partido Libertario que finalmente se impuso, tanto a nivel país, como en el orden provincial. En este último ámbito, la situación del radicalismo no distó mucho del proceso que en su momento también transitó el justicialismo que tuvo su momento de mayor crisis durante las elecciones del 2015 cuando perdió la administración de la provincia tras años de desaciertos políticos.
Definidos los resultados de las PASO la dirigencia local de la UCR intentó por todos los medios torcer el rumbo y recuperar la preferencia del electorado local. A pesar de las estrategias de campaña, que se caracterizaron por una mayor cercanía con las comunidades educativas, y los sectores sociales y originarios, con las que mantuvo una fuerte crisis en junio pasado, el gobierno local no logó su cometido. La derrota del 22 de octubre reflejó la determinación del electorado jujeño que no aceptó las maniobras que se ensayaron para direccionar el voto de los electores, particularmente en ámbitos laborales, provinciales y municipales.
Ahora bien, el anuncio de no respaldar al oficialista Sergio Massa, ni al referente libertario, Javier Milei, llegó luego de varias jornadas de incertidumbre y especulaciones, que solo alimentaron las versiones en torno a maniobras poco transparentes del oficialismo provincial durante la jornada electoral del domingo último que habrían favorecido al candidato de Unión por la Patria. Las interrogantes lógicas después de la caótica jornada del miércoles serán: ¿Habrá un llamado a la militancia radical a votar en blanco?, o, ¿habrá libertad de acción?, o ¿habrá un respaldo implícito, no admitido, al candidato del gobierno de turno?
You must be logged in to post a comment Login