Con notable repercusión culminaron en la víspera las 2ª Jornadas de Protección del Patrimonio Cultural y Natural de Jujuy, evento que estuvo organizado por Gendarmería Nacional junto a otros organismos del estado nacional y de la provincia, como juzgados contravencionales y fiscalías del Poder Judicial. Organizadores del encuentro, en el que se analizaron diversos temas, como el cuidado del patrimonio y el tráfico de bienes culturales, coincidieron en la necesidad de fortalecer las acciones preventivas y administrativas frente a los delitos que aumentaron significativamente en los últimos años.
Dada la importancia del encuentro, cumplido en Legislatura de la provincia, la alférez, Elizabeth Medina, de gendarmería Nacional, destacó la participación de distintos organismos nacionales y provinciales que están abocados al cuidado del patrimonio cultural que es blanco, con mayor frecuencia, de ilícitos.
“El tráfico ilícito de bienes culturales es un delito y por ello trabajamos en la faceta preventiva y consideramos que las capacitaciones, como la que realizamos, fortalece el trabajo en conjunto de organismos culturales y fuerzas de seguridad y entendemos que esa es la única manera de prevenir”, remarcó la Alférez, quien fue una de las expositoras durante las jornadas.
Al calificar la actual situación en materia de tráfico de bienes culturales, no dudó al afirmar que existen muchos antecedentes a lo largo de la historia, y que por ello resulta fundamental el trabajo mancomunado entre distintos sectores, particularmente desde las fuerzas federales, como Gendarmería que tiene la responsabilidad de cuidar las zonas fronterizas. “Somos vecinos de países muy ricos también en el aspecto cultural, como Bolivia, Chile y Perú, y por consideramos importante que todos trabajemos en el cuidado del patrimonio”, expresó.
Destacó a su vez que al paso de los años se ha logrado un principio de articulación de tareas entre diversos estamentos del Estado argentino que facilita el cuidado y protección de los bienes. A modo de ejemplo, aludió a la inclusión de los delitos contra los bienes culturales en el Código Contravencional local. Sobre el particular, explicó, “hemos logrado que dentro del Código contravencional de la provincia se tengan en cuenta dos artículos importantes como el 127, que tiene relación con el patrimonio cultural, y el 119 que tiene relación con el cuidado del ambiente”.
Respecto de este último instrumento, alertó sobre el incremento exponencial del tráfico de cueros de vicuña en la zona Puna. En tal sentido, expuso que “es tremendo el tráfico del cuero de vicuña en la zona de frontera, y por eso todas las fuerzas de seguridad llegamos hasta las fronteras y apostamos personal, pero lamentablemente no llegamos a dar abasto ya que muchas veces son personas de otros países los que vienen a sacar el cuero”.
A partir de dicho contexto también pondero la colaboración e involucramiento de las comunidades que residen en las zonas fronterizas que se muestran predispuestas a resguardar su patrimonio. “Sabemos que los organismos provinciales han potenciado la vinculación con cada comunidad originaria, y con la sociedad en lo general, y por eso es importante recalcar que los lugareños tienen que cuidar su patrimonio y su identidad, más aún porque es un robo de identidad esos delitos”, manifestó finalmente.
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