Adiós a Julio Ferreyra, un dirigente que honró la función pública con valores y ejemplos
Julio Daniel Ferreyra fue un hombre con principios y convicciones sólidas, valores que hoy reclama la sociedad en la dirigencia política. El sábado último la noticia sobre su fallecimiento tomó por sorpresa a quienes los conocieron y trataron a lo largo de su trayectoria como servidor público. Dos décadas de trabajo constante, dedicación y entrega por su entrañable Registro Civil marcaron el paso de miles de jujeños y jujeñas que conocieron de cerca su vocación de servicio.
Fue el Director de este organismo clave en la vida de las personas por muchos años, al que con tanto esfuerzo, constancia y sentido de pertenencia hizo valorar, así como a todo su personal al que le inculcó respeto y empatía por el prójimo. No era extraño entonces observarlo en las oficinas de la dependencia estatal entregando horas de su vida para realizar algún arreglo eléctrico o poniendo en condiciones sus mobiliarios para evitar gastos de mantenimiento y conseguir que todo funcionara a la perfección.
Cumplió allí una misión difícil de igualar, algo que cualquier ciudadano con memoria lo podría certificar. Después de algunos sinsabores propios de la coyuntura política, dejó su amado Registro Civil para retomar la vida política partidaria. Lo buscaron de diversos sectores, pero su voluntarismo por priorizar el bien común de la gente lo puso como candidato a gobernador por el Partido Justicialista en 2019. Empezaba una nueva etapa en su vida.
Golpeado y a la deriva, el PJ jujeño encontraba una figura apetecible para el electorado., para propios y extraños. Así, el peronismo local parecía volverse a poner de pie. Julio Daniel Ferreyra fue el hombre que le devolvió al Justicialismo la esperanza de recuperar el gobierno provincial para los jujeños. Aunque, la dispersión del voto del peronismo hizo su jugada y por ello el anhelo de cientos de votantes quedó trunco.
No obstante, los caminos de la política lo pusieron nuevamente en carrera y al poco tiempo fue electo por el voto popular como diputado nacional. Con numerosos proyectos para su provincia, con álgidas exposiciones en la Cámara Baja defendiendo sus propuestas y con una postura firme en cada debate que comprendía a los intereses de Jujuy, Don Julio, como cariñosamente lo llamaban, exhibía aquella misma impronta que le imprimió a su cargo de director del Registro Civil.
Fue siempre laborioso, pero fundamentalmente una persona con una inquebrantable honestidad y transparencia, algo que lo caracterizó como funcionario público. Un sábado 5 de agosto de 2023, Don Julio partió impensadamente de este mundo, dejando un vacío enorme en aquellos ámbitos que solía frecuentar, pero fundamentalmente en quienes lo conocieron y supieron entablar con él una relación afectuosa. En su despedida quedaron plasmados el respeto y ese cariño que supo cosechar en el gesto de muchos empleados y empleadas del Registro Civil que se llegaron hasta la sala velatoria vestidos con el uniforme del organismo.
Tenía 81 años, varios meses por delante como legislador nacional y una vitalidad envidiable que lo mostraba en plena actividad y con miles de objetivos por alcanzar. Nos dejó este fin de semana un hombre de bien y, sobre todo, un servidor público con todas las letras.
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